La otra versión de los hechos

Yo en realidad tenia claro que de esta foncho no se escapaba así que le dije compadre nos vamos pa curramba el viernes así que pilas, casi se logra escapar el jueves pero la indecisión de ultimo momento lo traiciono, el viernes yo tenia trabajo, pero la historia ha demostrado que en el Caribe manejamos nuestros propios tiempos, esa es la escusa perfecta para salirme por la fácil ante cualquier compromiso y con la bronca que me da que nos digan flojos, pero teníamos una sita con la cultura, maicena, cerveza, humo, vallenato, comparsa, ósea cultura, total conseguimos arrinconar una agencia de transporte pa curramba que nos dejo en un punto muerto de barranquilla, y no sin la cantaleta del buen preparado foncho la típica donde nos vamos a quedar, y yo con el típico dios proveerá que no me lo cree nadie, total llegamos y averiguamos 18 hoteles y hostales a los cuales confirmamos y nunca aparecimos utilizando nuestro nombre ficticio de Camilo Carlos jajaja y funciono, es nuestro nombre artístico, del festival, saltamos a un sancocho para recordar, compadres que sancocho de allí a 4 botellas de vodka donde Alfonso vio el túnel, dormidas improvisadas, amigos parrandas, abrazos, sonrisas, que mas puedo decir, para nunca olvidar regreso al lado de dos mexicanos casi colombianos que hablaban hasta por los codos, amigos, abrazos, murallas, hablar de los barranquilleros no será lo mismo, por lo menos cerca del mes de enero y febrero.

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Rubén Ligardo