martes, 26 de julio de 2011

No friegue, se murio el Viejo Joe



Nojoda, pensar que ese man mantuvo sobre sus hombros la esencia de la personalidad y el carácter del ser Caribe y Colombiano entre los 70s y principio de los noventa.

Quien puede resistirse a recordar todo las vivencias que acompañan a cualquier canción del Joe. Yo, aun puedo oler, ver y más aún escuchar lo que eran las reuniones familiares, multitudinarias por cierto, cuando la voz sonante era la de un Joe Arroyo en plena cumbre de su vida musical. Esa melodía desparpajada de Teresa Vuelve, o la liturgia del Centurión de la noche, la vibrante declaración de amor irredimible en Barranquilla me quedo....

Un monstruo de la musica para el resto de mortales que lo conocimos directamente o simplemente por su musica, ese monstruo potenciado por la historia increible de un pelaito que se hizo entre los sonidos de la calle, de un prostíbulo y del Caribe mediterraneo africanizado.

El Sr Alvaro José Arroyo hoy empezó a vivir para la inmortalidad. Lastima que no nos podrá sorprender con una nueva creación en su lírica salsera. Pero para mi, basta como siempre ha bastado escuchar cualquiera de sus notas alucinantes en cualquier buena esquina de este mundo, para sentir que este tipo no solo sigue vivo, si no que resucita los momentos mas calidos e increibles de mi vida.

Un abrazo al Centurión de la noche.