miércoles, 14 de marzo de 2007

A LA VIEJA AMIGA

Pareciese que fuera ya más de una década desde que partió aquella amiga. La consentidora de las visitas sabatinas, la siempre sonriente, la de las ricuras caribeñas. No es posible concebir un paseo, una salida, un simple recuerdo sin que evoquemos ese “Fonchi habla mucho de ustedes”, y esa mirada en la que revelaba una confianza inigualable en esas pequeñas pero grandes cosas que hacíamos, que hacemos y que sobre todo seguiremos haciendo. No habrá como ella, y en realidad no nos interesa comparar.

Es inimaginable nuestra vida sin ciertas personas, pese a eso nos levantamos
cada día e inconscientemente estoy seguro que paseamos la mirada, y nuestros
sentidos; el oído principalmente se agudiza buscando ese sonido familiar, esos pasos, ese comentario matutino que nos hace ser especiales entre todos en el mundo. Tuve que ser yo quien tuviera ese privilegio, siempre la recordaremos, siempre estará en nuestros corazones por que fue y es inigualable un fuerte pensamiento, y recuerdo a la madre, a la amiga, a la mujer y que mujer!

A la querida Betty

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Rubén D. Ligardo

2 comentarios:

  1. y continuamos nuestra cotidianidad pero en momentos de tranquilidad la recuerdo y sonrío. Miro cada espacio donde estuvo y todo se ve tan vacio sin ella.
    Con ella sonrei, con ella lloré, con ella viví... con ella estuve esa tarde, esa tarde en que la abracé sin saber que no habrían mas abrazos, la extraño, la extraño...

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  2. Es aesa personas que simple y yanamente no nos interesa proponer como comparaciones por que son unicas y que pasan por este mundo irradiando tanta luz que ciega a esas bellas personas a esas personas unicas

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