Ante el inminente desbarajuste social,
ante el no poder casi que reaccionar
brotan los pequeños discursos, cautelosos,
necesarios, humanos........

NO MÁS

Nada puede calmar esta sed,
ni el silencio
ni la soledad
ni sus contrarios.

En falta estaré hasta encontrar que hacer con mis huesos,
sin que comiencen a dolerme
o exijan cuidado mis vísceras.

Todo pasa de largo,
y yo,
mudo,
como sonámbulo en su sueño preferido
muchas veces habitado,
cuido de mis cosas,
alimento mis angustias,
recorro calles,
reconozco fantasmas de variados colores como los carnavales
de otros tiempos y de ahora
abandonándome.

UNA MUJER

Llegaste muy tarde.....
Mi verde sueño
el aroma que viaja como verde nostalgia
La aurora del duelo
de ese instante y esa mirada de la que sabes
ya no puede ser.

Por
Rubén Darío Ligardo Vega.
Marzo de 2007