El filósofo y ensayista José Antonio Marina está convencido de que la historia de la humanidad se puede contar por medio de la historia de la estupidez, "que siempre ha sido bien valorada".
Y por que no, si hemos estado llenos de más desatinos que atinos y quien puede refutarme eso, que aparezca el erudito y con argumentos desbarajuste esta tesis que cae por su propio peso, nuestra historia es la historia de la ocupación de los espacios y en nombre de esa ocupación de los espacios, nuestras barbaries, cada una de nuestras guerras ha estado justificada en nombre de la paz.
Marina, que ha presentado su nuevo ensayo 'La inteligencia fracasada. Teoría y práctica de la estupidez' (Anagrama), cree que "la estupidez política puede ser muy dañina y crear una gran injusticia, mientras que el fracaso de la inteligencia privada lleva a la desdicha personal".
Y revisemos la vida de los más grandes Académicos e Intelectuales de la historia, si se analizara cada una de sus biografías arrojaríamos tanta desdicha y locura sobre nuestras espaldas y frentes que empañaríamos los vidrios de sus logros, esto parece ser una constante que estos individuos estuvieran destinados a la tragedia, a lo Sófocles.
Marina plantea en este ensayo que la inteligencia se desarrolla en dos planos: "Un plano es el del test y el coeficiente intelectual y otro es el uso de la inteligencia en la vida (cotidiana)".
Para ejemplificar estos dos planos, Marina se ha referido a un alumno suyo de un instituto que tiene un coeficiente de inteligencia de 130, pero que formó una banda con la que cometía diversos delitos: "Esto es un ejemplo del fracaso de la inteligencia".
Este fracaso se da tanto personal como socialmente y ha puesto como ejemplos del fracaso de la inteligencia social los regímenes creados por Napoleón, Hitler y Stalin que tanto millones de muertos causaron y que llevaron la desdicha y la injusticia a muchos millones más bueno esto en historia factual por que hay masacres y genocidios justificados en muchos nombres, papeles, promesas y convicciones.
"La inteligencia fracasa -ha explicado- cuando se mantiene una creencia falsa que resulta invariable ante cualquier experiencia. Se produce entonces un encasillamiento que son la base del funcionamiento de los fanatismos y los prejuicios".
"Con mucha frecuencia -ha añadido- tenemos creencias patógenas que repercuten en un daño a nosotros mismos o a los demás, como por ejemplo las creencias falsas, que se han mantenido durante siglos, sobre la mujer en todo el mundo. Hoy en día, algunas mujeres de Francia aún creen que una mujer que tiene la regla puede agriar el vino si entra en una bodega". Brujas, resignaciones, fanatismos, y aun así siguen formando a los machistas del mañana.
No se si en estos cuadros podríamos encasillar a los niños de Manga o Bocagrande en Cartagena o a los muchachos del Norte en Bogotá que se dedican a apartamenteros o a delincuencia común por que habría que hacer pruebas y test de inteligencia para ver si efectivamente es inteligencia mal utilizada o solo recursos mal invertidos, lo peor es que después son los que salen del País y gobiernan la Nación.
Reconocer los propios sentimientos
José Antonio Marina ha achacado "los frecuentes fracasos" afectivos de las personas porque "muchas veces no reconocen sus propios sentimientos o los confunden".
"Los celos -ha añadido- tienen que ver con un sentimiento de propiedad pero no tienen ninguna relación con el sentimiento amoroso como se cree".
Hay otros sentimientos, según Marina, que nos "incapacitan para vivir" como es el caso del resentimiento que "nos da una visión errónea de la realidad".
"Otro de los fracasos más habituales de la inteligencia -ha dicho el filósofo- es el modo de hablarnos a nosotros mismos. Nos contamos la historia de tal modo que si nos equivocamos nos engañamos".
Es evidente que no hay nada más complejo que nuestra inteligencia y el uso que le demos, seria poco inteligente decir que somos más inteligentes pero ahí esta la cuestión.
Hay que manejar quizás la inteligencia Emocional, Social, Económica, Política o todas y ninguna, hay que mirar quienes somos, de dónde venimos y para dónde vamos. Marina no nos va a dar esa respuesta y quizás fallezcamos en el intento de averiguarlo, pero ese es el chiste, vinimos a reconocernos y si lo logramos es posible que trascendamos, a dónde?, esa es la pregunta. Seamos inteligentes.
Nunca se me había ocurrido pensar que cuando miramos una foto de frente
Los ojos repiten la posición y la visión del objeto que nos mira.
Y por que no, si hemos estado llenos de más desatinos que atinos y quien puede refutarme eso, que aparezca el erudito y con argumentos desbarajuste esta tesis que cae por su propio peso, nuestra historia es la historia de la ocupación de los espacios y en nombre de esa ocupación de los espacios, nuestras barbaries, cada una de nuestras guerras ha estado justificada en nombre de la paz.
Marina, que ha presentado su nuevo ensayo 'La inteligencia fracasada. Teoría y práctica de la estupidez' (Anagrama), cree que "la estupidez política puede ser muy dañina y crear una gran injusticia, mientras que el fracaso de la inteligencia privada lleva a la desdicha personal".
Y revisemos la vida de los más grandes Académicos e Intelectuales de la historia, si se analizara cada una de sus biografías arrojaríamos tanta desdicha y locura sobre nuestras espaldas y frentes que empañaríamos los vidrios de sus logros, esto parece ser una constante que estos individuos estuvieran destinados a la tragedia, a lo Sófocles.
Marina plantea en este ensayo que la inteligencia se desarrolla en dos planos: "Un plano es el del test y el coeficiente intelectual y otro es el uso de la inteligencia en la vida (cotidiana)".
Para ejemplificar estos dos planos, Marina se ha referido a un alumno suyo de un instituto que tiene un coeficiente de inteligencia de 130, pero que formó una banda con la que cometía diversos delitos: "Esto es un ejemplo del fracaso de la inteligencia".
Este fracaso se da tanto personal como socialmente y ha puesto como ejemplos del fracaso de la inteligencia social los regímenes creados por Napoleón, Hitler y Stalin que tanto millones de muertos causaron y que llevaron la desdicha y la injusticia a muchos millones más bueno esto en historia factual por que hay masacres y genocidios justificados en muchos nombres, papeles, promesas y convicciones.
"La inteligencia fracasa -ha explicado- cuando se mantiene una creencia falsa que resulta invariable ante cualquier experiencia. Se produce entonces un encasillamiento que son la base del funcionamiento de los fanatismos y los prejuicios".
"Con mucha frecuencia -ha añadido- tenemos creencias patógenas que repercuten en un daño a nosotros mismos o a los demás, como por ejemplo las creencias falsas, que se han mantenido durante siglos, sobre la mujer en todo el mundo. Hoy en día, algunas mujeres de Francia aún creen que una mujer que tiene la regla puede agriar el vino si entra en una bodega". Brujas, resignaciones, fanatismos, y aun así siguen formando a los machistas del mañana.
No se si en estos cuadros podríamos encasillar a los niños de Manga o Bocagrande en Cartagena o a los muchachos del Norte en Bogotá que se dedican a apartamenteros o a delincuencia común por que habría que hacer pruebas y test de inteligencia para ver si efectivamente es inteligencia mal utilizada o solo recursos mal invertidos, lo peor es que después son los que salen del País y gobiernan la Nación.
Reconocer los propios sentimientos
José Antonio Marina ha achacado "los frecuentes fracasos" afectivos de las personas porque "muchas veces no reconocen sus propios sentimientos o los confunden".
"Los celos -ha añadido- tienen que ver con un sentimiento de propiedad pero no tienen ninguna relación con el sentimiento amoroso como se cree".
Hay otros sentimientos, según Marina, que nos "incapacitan para vivir" como es el caso del resentimiento que "nos da una visión errónea de la realidad".
"Otro de los fracasos más habituales de la inteligencia -ha dicho el filósofo- es el modo de hablarnos a nosotros mismos. Nos contamos la historia de tal modo que si nos equivocamos nos engañamos".
Es evidente que no hay nada más complejo que nuestra inteligencia y el uso que le demos, seria poco inteligente decir que somos más inteligentes pero ahí esta la cuestión.
Hay que manejar quizás la inteligencia Emocional, Social, Económica, Política o todas y ninguna, hay que mirar quienes somos, de dónde venimos y para dónde vamos. Marina no nos va a dar esa respuesta y quizás fallezcamos en el intento de averiguarlo, pero ese es el chiste, vinimos a reconocernos y si lo logramos es posible que trascendamos, a dónde?, esa es la pregunta. Seamos inteligentes.
Nunca se me había ocurrido pensar que cuando miramos una foto de frente
Los ojos repiten la posición y la visión del objeto que nos mira.
Adaptado de elmundolibro.com
Por: Rubén Darío Ligardo Vega
He empezado este comentario varias veces...
ResponderBorrarUsted siempre lee muy buenos libros. La inteligencia es un arma de doble filo... nos salva y nos mata, la linea que separa las dos acciones no es clara. Me pregunto cuando sería nuestro aporte a la riqueza del mundo si usaramos el ingenio que gastamos en hacer maldad para hacer el bien... el otro problema es que no está definido lo bueno y lo malo... lo relativo de las cosas, la oportunidad de elegir... lo que nos mata! Saludos niños!!
que la historia de la humanidad es la historia de la estupidez bueno eso hay que reflexionarlo...
ResponderBorrarespero que me prestes esos libros que estas leyendo o mas bien si no son tuyos compralos, pa leermelos algun día de encuentro matutino ya pronto ya cerca
idem en la distancia