viernes, 29 de junio de 2007

Acostumbrados

Por: El Hijo Suelto del Cielo


Nada se puede hacer ya que están brotando

Criaturas trágicas como cactus, son amigos, nuestros

Sueños muertos.

R.D.L.V



Nos acostumbramos, a vivir en casas, departamentos, cuartos pensiones y a no tener otra vista, que no sea las ventanas de alrededor.
Y porque no tiene vista, luego nos acostumbramos a no mirar para afuera, a la calle al mundo.
Y porque no miramos para afuera, luego nos acostumbramos a no abrir del todo las cortinas.
Y porque no abrimos del todo las cortinas, luego nos acostumbramos a encender más temprano la luz., las velas de nuestras pesadumbres.
Y a medida que nos acostumbramos, olvidamos el sol, olvidamos el aire, olvidamos la amplitud las mejores cosas.

Nos acostumbramos, a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde.
A tomar café corriendo, porque estamos atrasados.
A leer el diario en el bus, porque no podemos perder tiempo.
A comer un sándwich, la empanada, porque no da espacio para almorzar.
A salir del trabajo, porque ya es la noche como zombis.
A dormir en el bus, porque estamos cansados.
A cenar rápido y dormir pesados, sin haber vivido el día, nuestro día.
Nos acostumbramos, a esperar el día entero y oír en el teléfono: "hoy no puedo ir”,"A ver cuando nos vemos", "La semana que viene nos juntamos", hay tantas cosas que hacer.
A sonreír a las personas, sin recibir una sonrisa de vuelta y resignarnos.
A ser ignorados, cuando precisábamos tanto ser vistos.
Si el cine esta lleno, nos sentamos en la primera fila, y torcemos un poco el cuello.
Si el trabajo esta complicado, nos consolamos, pensando en el fin de semana.
Y si el fin de semana no hay mucho que hacer, o andamos cortos de dinero, nos vamos a dormir temprano y listo, porque siempre tenemos sueño atrasado.
Nos acostumbramos, a ahorrar vida.
Que, de a poco, igual se gasta y que una vez gastada, por estar acostumbrados, nos perdimos de vivir.

Nos resignamos a dejar en un baúl los sueños, las metas las salidas postergadas que ya no estamos en edad ni en condiciones de hacer.

Acostumbrados a no querer cambiar nada por que si ha esta altura no lo ha hecho o no se ha hecho, ya es demasiado tarde.

Aceptamos los esfuerzos individuales como lo único que queda aunque no los vayamos a hacer

Si nos fue mal en algo o con alguien para que gastar energías en intentar y en volver a amar a tener esperanza.

Nuestra mentalidad es, más adelante tendré el dinero suficiente, la pregunta es, en ese otoño tendrás las ganas, la vitalidad, los amigos para hacerlo.

Esto me lo pregunto hoy a estas alturas de mi vida, aún joven, la siguiente pregunta es ¿si tendré el valor de realizar, de hacer un alto y no dejar más pernoctar mis verdaderos anhelos?.

En el fondo todos somos exploradores y lo sabemos algunos nunca emprendemos viaje y eso es todo sin razón ni explicación y ahora dime

Como andas de ánimo en estos días ya tienes lista la maleta.

Alguien dijo alguna vez:
"La muerte, esta tan segura de su victoria; que nos da toda una vida de ventaja"

Y yo agrego le daremos el gusto de encontrarnos frustrados.

Adoptado de mensaje "Ahorrando vida" que circula por la Web.

Por:

Rubén Darío Ligardo Vega

martes, 19 de junio de 2007

La Medición del Mundo - EL ESCAPARATE


Por: El Hijo Suelto del Cielo (Reseñas Sin Señas)

Que Inicie la Reflexión! el Escaparate abre sus puertas añejas y retorcidas pero nunca olvidadas, y es hoy cuando entra más en vigencia la necesidad de la magia y la lengua. De escribir para librarnos de nuestros demonios, de eso de, la basura en que se convierten nuestros pensamientos no dichos y no nacidos, no profesados. Para ser otros es que escribimos, para que alguien quede oculto bajo el alud de las palabras, Arte, Ciencia, literatura, Gastronomía, Música, sobrevivamos una vez más a todos nuestros Dioses, matemos razones y sembremos la intriga. Bienvenidos y Bienvenidas a el ESCAPARATE!…… a sacar del closet la lluvia, el sol, el lenguaje...

La Medición del Mundo. (Libro)

Daniel Kehlmann nos ofrece una historia llena de fina ironía centrada en dos personajes extraordinarios: Alexander von Humboldt, naturista, viajero y aventurero empedernido de inagotable curiosidad, y Carl Friedrich Gauss, matemático y astrónomo. Se reencuentran en Berlín en 1828, ya mayores, y se ponen a evocar sus años de juventud en los que se dedicaron a la descomunal empresa de medir el mundo.

Se imaginan medir ríos, lagos, mares, continentes, explanadas, abismos, cataratas, amigos, hermanos, cultura, carne y memoria, pasado, colores, dioses, visiones, territorio, espacio, sangre, anhelos, muertos, olvidos, noches y días? Tarea interesante porque, aunque hoy el mundo parezca pequeño en realidad se necesitan varias vidas para recorrerlo y sobre todo muchas otras para comprenderlo.

En los tiempos en los que Humboldt recorrió nuestro planeta, gran parte de la tierra quedaba todavía por explorar, lo cual, unido a su carácter intrépido y temerario, lo llevó a protagonizar las más descabelladas aventuras: navegar por el Orinoco, explorar selvas vírgenes, probar venenos, escalar volcanes o medirse con monstruos marinos y con caníbales no menos aterradores.
El bolívar de la tierra es, en su esencia un explorador de contenidos siempre atento a las miradas a los olores a describir paso a paso la muerte del animal que descubierto fue tipificado como tal, que fue desterrado y sobre todo inutilizado a través de la memoria, a través del discurso, que fue maniatado verbalmente siendo así domado desde las raíces mismas de su decencia de la magnitud de su dignidad y conocimiento de la madre, de ese espacio que siempre ha considerado como propio el que le inspira respeto y sobre todo responsabilidad, la tierra.

Carl Friedrich Gauss, al que se conoció como el «príncipe de las matemáticas», no se queda cortó en términos de excentricidad: brillante matemático, Gauss es también un apasionado de las mujeres, un auténtico galán que, eso sí, es capaz de abandonar el lecho conyugal en plena noche nupcial para anotar una fórmula matemática.
Matemáticos y sus números nadie nunca podrá medir la sonrisa, la potencia de una ilusión o la intensidad de los colores mágicos de un arco iris, quien mide la decencia de una madre o quien pesa la dignidad de un niño, la inocencia no se puede colocar en una balanza a lo sumo se podrán contar kilómetros, se podrán tomar censos de pobreza y nunca de alegría, se podrán medir distancias más no objetivos y capacidades para alcanzar lo que se desea.

En lugar de ensalzar a estos personajes históricos, el autor nos los muestra en todas sus facetas: con sus grandezas, pero también con sus errores, sus pequeñas manías y sus debilidades, y consigue de este modo una perspectiva humana inédita de estos dos grandes nombres de la historia.
Que aunque lo intentaron, y eso es loable, comprendieron que tal tarea titánica por demás sólo es posible reencarnando con más decencia, eso sí cada vez en por lo menos, no menos de un par de vidas.

Es un buen libro hay que leerlo para poder hablar con propiedad sobre estos incidentes históricos del macondo que es el mundo.

Resumen adaptado de la reseña editorial: http://www.maeva.es/libro-183-La_medicion_del_mundo.htm


Por: Rubén Darío Ligardo Vega. Yo Digo: R.D.L.V

El deseo de un hombre feo robó
A las diosas las preciosas mariposas que daban
Color a la dulce y dura razón del agua pura y la sal del mundo.
Desde entonces nos proponemos perfeccionarnos aún a costa de nuestra propia felicidad.



viernes, 15 de junio de 2007

Cambiar el mundo

Hoy, releyendo los escritos de este blog, me doy cuenta que he cambiado bastante mi forma de pensar desde aquellos días al final de bachillerato, cuando si acaso me afeitaba (no hacía falta) e imaginaba el mundo como un lugar pequeño donde los sueños soñaban con ser grandes. Y veo cómo todas esas grandes ideas de cambios y liderazgo por el mundo, ese pequeño mundo que merecía que alguien lo cambiase y así llegar a ser un lugar mejor, se fueron simplemente dispersando. No porque se debilitara mi "espíritu", sino porque cambiar el mundo dejó de tener sentido, así como uno se da cuenta que no tiene sentido correr más rápido para alcanzar al que va delante del primero, y que si lo intentamos no haremos más que desgastarnos y sufrir sin darnos cuenta de que simplemente somos los primeros.

Entonces recuerdo una reflexión que escuché por aquellos días, no me acuerdo exactamente dónde la leí o si alguno de ustedes la trajo a colación, lo que me recuerda es en las bancas de la cafetería de las salesianas donde soñábamos con los grandes cambios y en ese entonces me parecía que si algún día la afirmaba era porque ya estaba viejo:

Cuando era joven y mi imaginación no tenía límites, soñaba con cambiar el mundo. Según fui haciéndome mayor, pensé que no había modo de cambiar el mundo, así que me propuse un objetivo más modesto e intenté cambiar solo mi país. Pero con el tiempo me pareció también imposible. Cuando llegué a la vejez, me conformé con intentar cambiar a mi familia, a los más cercanos a mí. Pero tampoco conseguí casi nada. Ahora, en mi lecho de muerte, de repente he comprendido una cosa: Si hubiera empezado por intentar cambiarme a mí mismo, tal vez mi familia habría seguido mi ejemplo y habría cambiado, y con su inspiración y aliento quizá habría sido capaz de cambiar mi país y -quien sabe- tal vez incluso hubiera podido cambiar el mundo. (Encontrada en la lápida de un obispo anglicano en la Abadía de Westminster).

Y algo me hace pensar que ya estoy viejo...
Bueno por lo menos no tuve que llegar al lecho de muerte por vejez para afirmar esa reflexión. Sin embargo la muerte puede llegar mañana y aunque me siento vital y poderoso simplemente ya no quiero cambiar al mundo. De todas forma la idea nunca dejará de ser tentadora, pero como Neo, cuando te das cuenta de que es la mente la que se dobla deja de tener sentido doblar la cuchara con las manos.

El mundo es una enorme bola de cristal, quien le intenta dar forma y esculpirla le daña y le destruye, quien intenta guardarla para sí la termina perdiendo, lo mejor es comprender que somos parte de su forma misteriosa y, tan estúpido como suena, deje así, que ni tú ni yo ni nadie decide lo que vendrá, y cuando nos disolvamos simplemente seguirá rodando.

Nosotros inventamos al mundo, inventamos el arriba y el abajo, lo sucio y lo limpio, lo claro y lo oscuro, lo bueno y lo malo, respecto al universo estos no son más que nombres arbitrarios mientras su realidad está allí, simple y "obvia", ajena a calificativos; y le tiene sin cuidado lo que queramos hacer con nuestro invento de mundo.

Si me preguntan, yo quiero cambiar el mundo...
quiero cambiarlo por el universo, y simplemente sentirme parte de él.

Lo más probable es que no me entiendan,
que piensen que soy contradictorio,
no se preocupen,
lo que escribo no es para ustedes
es para mí,
es para recordarme qué es lo que pienso...

martes, 12 de junio de 2007

Increado en la Ciudad

Por. El Hijo Suelto del Cielo


Abrazar un sueño
Contemplar un amanecer
Sentir la mirada de tu perro,
Recoger caracolas aprendiendo a respirar.
Danzar bajo la lluvia de ojos, hojas y gotas, sin paraguas.
Conversar, con el amigo de la cuadra, de tu vida,
Cháchara, sin y con sentido
Escuchar caminando descalzos, aprendiendo
El lenguaje de las plantas, de los semáforos
De las vallas, de los postes, del pavimento
Saber escuchar,
El sol cae en la tarde,
Ni coches, ni gente, ni sonámbulos
Yo dejare a la ausencia, que muera en mí el deseo
De amar tus ojos que son dulces
Por que nada te podré dar sino la tristeza de mis ojos,
De que me veas eternamente exhausto de intentar
Ver mi destino en tus manos frías.

Aquí en esta Ciudad que no te gusta
Donde han pasado tantos días
Que te repugna hasta el contarlos
¡Miedo a cuanto no reconoces!



Avac
Somos memoria, pájaros y eclipses
Tiempo vivo y constelación, no olviden
Los recorridos de nuestras mentes, los
Lugares, pero sobre todo los amigos.


Por: Rubén Darío Ligardo Vega.

domingo, 10 de junio de 2007

Testamentando.




…Mi homenaje a Silvio Rodríguez


Como la muerte anda en secreto
y no se sabe que mañana
yo voy a hacer mi testamento

a repetir lo que me falta
pues lo que t
uve ya esta hecho.


Amanezco con la intención no negociable de saldar mis deudas con el mundo, quiero hacer una declaración sencilla que sirva como testamento de este instante de mi vida a los que sigan. Quiero dejarle claro a mi nieta que jamás estuve de acuerdo, pero que tampoco hice nada para liberarla de la condición de niña del espacio, con su escafandrita color rosa, con trenzas de titanio y lazo de fibra de carbono simulando la cabellera esplendida de su abuela. No pienso ni pretendo con esto salvar mi responsabilidad de su vida restringida a una pequeña capsula sin destino. Solo pretendo serle sincero y mostrarle como no luché de manera sincera por mis sueños. Aquí lego mis esperanzas, mi lucha jamás realizada.


Le debo una canción a la sonrisa
a la sonrisa de manantial, esa que salta.


Lego un apretón de manos no al industrial ni al criminal que nos impone las condiciones, le destino mi mirada, mi afán proactivo al niño que empieza (..) la seguridad de creer en sus sueños y de la posibilidad que tiene de construirlo a partir de su laborioso esfuerzo. Lego mi lucha entonces a estos que vienen, los que aún están lejos, los que ahora están muy cerca, les lego la certeza de los sueños como fundamento de realidades futuras y de herramientas demoledoras de paradigmas absurdos impuestos por el mundo. Les lego la capacidad de ser críticos que tuve y la que me falto para que enfrenten a los hombres que intentarán destruir sus embarcaciones de sueños

Como diría Luther King: Tengo una ilusión que la poesía inunde las mentes del humano y se levanten las manos por una nueva historia, escrita con jubilo por el trabajo combinado de los nuevos hombres. Tengo la ilusión de que la educación deje de ser un símbolo de estatus y se convierta en la razón por la que los pueblos libres encuentran el camino a su estrella elegida (S.R.).


Le debo una canción a lo que supe
a lo que supe y no pudo ser más que silencio
le debo una canción, una que ocupe
a cantidad de mordaza, amor de un juramento.

Le dejo a puño, letra y sangre un tributo a la logia verde como llamo a la naturaleza. Aquella instancia totalmente salva (de egoísmo) que nos amamanta con su néctar de vida y esperanza, aquella misma instancia que destruimos cual inocentes párvulos cargados con metralla y sediciosa inocencia.

A natura, Gaia, madre Gea: le dejo también mi esperanza, mi razón de ser en el mundo, la lucha imperturbable por su futuro aún cuando la realidad la atropelle sin prejuicios, esa esperanza que intento contagiar a los que se enfrentan con mis palabras por que confío en la reacción en cadena que las ideas tienen en la cabeza de los hombres.


Les debo una canción a los pecados
a los pecados que no gasté, los que no pude
les debo una canción no como hermano
solo de sal que al delatador también alude.


Lego mis pecados construidos con esmero y a escondidas a los hombres y mujeres que se descubran en la penumbra o en el brillo de la mañana, como dioses salvos, para que disfruten de sus sueños y aprendiendo de lo que fui, no se pierdan el placer de sentir el viento cuando salgan a secretearle que son lo que quisieron ser.

Le debo una canción al oportuno
al oportuno mutilador de cuanta ala
le debo una canción de tono oscuro
que lo encadene a vagar su eterna madrugada.


Seamos claros. La inteligencia basada en el conocimiento no implica el devanar sin compasión el hilo infinito de palabras como en un examen oral de biología tipo los de Calixto Gonzáles Lara, es mas bien el acto maravilloso de comprender, hilvanar y sopesar distintos conceptos para formar el propio, esto nos hace grandes y sabios, dirán otros; entre tanto yo no le destino una denominación al hecho, lo único que digo es que es justamente eso lo que estamos haciendo, así que amigos en los tiempo del alcohol, la política absurda y el hambre de libertad del hombre. Nosotros estamos aportando ese grano de anís del que uno de ustedes me preguntaba hace algun tiempo: Que hacer para lograr cambios en la masa desde el atalaya de seres individuales cuando somos simples granos de Anís. Indiscutiblemente afrontar el mundo con la convicción y el orgullo que supone ser un grano de anís, eso ya es bastante.

Los fragmentos en negrilla de este texto, sustento de las reflexiones iniciales e intermedias asi como todos los vuelos al inifnito, fueron tomadas de la canción del poeta cubano Silvio Rodríguez, TESTAMENTO.

* * * * *

Resulta que Silvio es mi maestro omnisciente-ausente, y no podría seguir escribiendo en este maravilloso espacio sin dejar claro de donde parten buena parte de mis ideas, sobre todo aquellas que se refieren a que el mundo puede ser un lugar mejor...


lunes, 4 de junio de 2007

Féminas

Para ellas, diosas haladas de miradas tenues
Sin ustedes los horizontes serian parcos y hostiles
No habría dónde llegar…

Por: El Hijo Suelto del Cielo

Féminas

Tu sombra aquí resulta
Y es piedra y es dolor
Piedra y dolor, sombra de espejo
Tu ausencia es una puerta
Que da al cuarto sombrío
De los ecos.
Pero en tanto
Visualmente voy por tu cuerpo como por el mundo
Es así como me dueles mujer en todo
El cuerpo
Estés dónde estés
Estés con quien estés
Soy la catedral de tu ausencia
Y ya es tarde
Se me escapo la razón
Si la encuentras
Atájala
Se me ha escapado por ti


Por: Rubén Darío Ligardo Vega.
En homenaje a ustedes las bonitas de ojos almendrados
Morenas, mestizas, blanquitas, altitas y bajitas a las que
Desbordan sus cinturas y a las encintadas y coquetas…. A ustedes
A aquellas cuyos ojos reflejan un riachuelo verdoso si o no foncho.
A aquellas que creen que no quedan buenos hombres posibilidades sanas.


Ahora se que mi único destino es
La certidumbre del conocimiento
La cercanía de la nada
Y su belleza aterradora